No descubrimos nada nuevo si afirmamos que en el siglo pasado, la multinacional McDonald’s se erigió como una de las empresas de comida rápida más importantes de la historia. Una franquicia alimentaria líder en lo poco que llevamos de nuevo siglo. Todos conocemos la McPollo, Big Mac, McRoyal, McRib… Un momento… ¿la McRib? Pero… ¿no había desaparecido? Sí, pero los muertos vivientes no son los únicos que regresan del más allá. He aquí la breve, intensa e intermitente historia de la famosa pieza:
Esta hamburguesa, se compone de un costillar de cerdo deshuesado, salsa barbacoa y cebolla (en EEUU le añaden pepinillos también) sobre un panecillo con sésamo, es decir, imita la forma de un pepito de ternera de los de toda la vida. Lo que para muchos, y así queda demostrado al pedirse uno este producto, se traduce en: un mazacote de carne con forma de costillar, escasa salsa barbacoa y tres láminas de cebolla mal puestas. Mejor, no pensemos en los ingredientes reales de este producto. Centrémonos en su convincente sabor, gracias al cuál se consigue desmarcar del resto de la oferta de esta cadena.
Corría el año 1981, cuando McDonald’s sacó por primera vez esta hamburguesa en su menú. Pero tuvo un paso efímero, puesto que tras cuatro años, la retiró del mercado americano.
Volvió a resurgir por todo lo grande en 1994, y esta vez a escala internacional. Contaba el que escribe esto con diez añitos, y aún recuerdo ese sabor diferente, único y realmente bueno (impresionable que es uno en su niñez). Hasta que desapareció tras más de una década, desapareciendo en 2005.
A pesar de tratarse de una hamburguesa de promoción, no siendo una fija como las antes citadas McPollo o McRoyal, mucha gente no entendió esta decisión. La indignación de los consumidores encontró un aliado fundamental en las redes sociales, concretamente en Facebook. Muchas personas se unieron para pedir la vuelta de su bocado favorito mediante votaciones, mensajes y grupos («Vuelve McRib», entre otros) haciendo que la cadena atendiera las numerosas demandas e impulsando su vuelta en EEUU en el año 2011. Para llegar un año después promocionalmente a nuestro país (14 de febrero – 16 de abril), despedirse el 17 de abril, y volver por enésima vez las pasadas navidades.
Lo que demuestra que un producto puede volver si existe una movilización masiva (y siempre que salga rentable a la empresa de turno). El curioso caso de la McRib, esa hamburguesa capaz de coquetear con el vintage para volver a la actualidad, y así sucesivas veces. De McRib a McRip, de McRip a McRib, de McRib a…
Tras volverla a probar, mi impresión fue buena, pero sin pasarse. Es decir, me pareció el mismo producto de mi niñez en cuanto a sabor, pero claro, uno va creciendo y probando hamburguesas más sofisticadas en otros lugares y lo viejo le va pareciendo cada vez peor. Tal vez se deba también a esa reiterada manía que tenemos de adorar todo aquello que ya no existe y desear con ganas su vuelta para, una vez conseguida, comprobar que lo que añoramos no era tan bueno. A veces, es mejor quedarse con el iluso y equivocado -pero feliz- recuerdo.
Ahora que parece que se ha vuelto a asentar en el mercado mundial, cabe preguntarse un incierto… ¿hasta cuándo?
Como curiosidad, Los Simpsons en un episodio de la 14 temporada titulado: «I’m Spelling as Fast as I Can», parodiaron la McRib (aquí llamada «Ribwich»), realizando una dura crítica contra la hamburguesa, sus ingredientes y los efectos que estos producen:
“◄◄REW a los mundos de Yupi”
-George of the Jungle-